martes, junio 20, 2006

En el autobus

Entre mi amor y yo han de levantarse trescientas noches
como trescientas paredes y el mar será una magia entre nosotros.
No habrá sino recuerdos.

Oh tardes merecidas por la pena, noches esperanzadas de mirarte, campos de mi camino, firmamento que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol entristecerá tu ausencia otras tardes.

Jorge Luis Borges, 1923


Llegamos a SLP a la la una de la mañana, ya no pude volver a dormir. Sentada casi inmóvil para no tener que rozar para nada al gordo que para colmo ronca y que va sentado a un lado mio. Me duelen las piernas, me duele todo, me duele el alma. Como cosa hecha adrede el chofer pone un CD con canciones de mujeres despechadas... Marisela, Rocío Durcal, La Dalessio, entre muchas otras.. mis lágrimas caen no por las canciones si no porque dentro de mi no encuentro explicación. No encuentro palabras, no entiendo nada. Siendo yo tan racional, me esfuerzo por querer encontrar una explicación lógica a algo que no lo tiene. Y eso me enoja más me enfurece. Porque si yo explico todo.. Me topo con una pared que no tiene palabras, que no tiene voz, que no tiene razones.
Se me ha vuelto una obseción encontrar una razón. a las 4 de la mañana me vence en sueño y caigo rendida, para sentir cuando el autobus se detiene en el primer semáforo de la ciudad. He llegado con mi equipaje cargado de recuerdos.

4 comentarios:

Sivoli dijo...

eres de slp o de tamaulipas?

saludos

Nana dijo...

...mm

....

...
...

...
con razón no cantaste en mi blog

Jo dijo...

sivoli soy de Tamulipas venia de Guanajuato parada obligada en SLP. en el bus

hechicera... no sigo triste

Byron Ronquillo Narváez dijo...

Cuentan mis padres que hace veintitantos años Yo era un enano de unos tres años, mi familia dejo la ciudad de donde nacieron y viajaron a otra ciudad más pequeña por cuestiones de trabajo, segun cuentan mi mamá lloraba mares al dejar su ciudad, pero Yo ni por enterado seguia con fasinación el paisaje de la carretera... en fin desde aquel día no hemos vuelto a vivir en aquella ciudad... y los recuerdos son equipaje obligatorio para nosotros... pero recordar no suele ser tan malo :)

Saludos