Voto contra la cizaña

xvelasco@mielnio.com

Milenio Diario
Lunes 26 de junio 2006

Un México polarizado: tal es el sueño de ciertos fanáticos. Un gran árbol de odio, rodeado de prejuicios y calumnias trepadoras

1. Los calores polares

De muy niño solía creer que, si el Polo Norte era, como decían, insoportablemente frío, los pobres pobladores del Polo Sur estarían muriéndose del calor. En cualquier caso, sabía desde entonces que los polos del planeta eran enormemente incómodos. Y que, como es natural, en un polo se sabe poco o nada de cuanto ocurre en el otro. Ahora bien, sucede con frecuencia que del vecino de enfrente tampoco averiguamos gran cosa, pero basta un detalle que nos moleste para ubicarlo a un polo de distancia, y eventualmente odiarlo. Pronto, sus hijos nos parecerán tarados, su esposa una fodonga, su perro una alimaña perniciosa. Polarizar es fácil: un trabajillo sucio que el hígado, esquirol entusiasta, gusta de realizar a solas, usurpando a placer las funciones del cerebro.

Por regla general, los citadinos tendemos a polarizarnos cada vez que salimos a la calle. Para ello, el automóvil suele ser de gran ayuda, pues le permite a uno repartir insultos a mansalva con los cristales prudentemente cerrados, y en dado caso expresarse floridamente con el claxon. Claro que hay quienes optan por bajar el vidrio y gritarle al enemigo las peores invectivas en su carota, pero estando los ánimos tan exaltados —el hígado a marcha forzada, el coco en off— los bocinazos tienden a ser más elocuentes. Quien polariza, al fin, no precisa de grandes argumentos, ni su rabia le deja algún espacio para expresarlos. Además, ¿qué clase de razones va uno a desplegar para poner en su lugar al chofer que recién le aventó la lámina? ¿No basta con dejarlo sordo a claxonazos? ¿No tiene uno razones de sobra para odiarlo y considerarlo antípoda, aun sin saber quién es o qué diablos prefiere en esta vida? A los duros oídos del polarizado, no hay razón que no pueda expresarse a punta de mentadas.

2. Hambre de desempate

La peor parte de enemistarse con el vecino es saber que tenemos que verlo y hasta olerlo con frecuencia insufrible. ¡Cuánto nos gustaría echarlo de la colonia, respaldados por tantos polarizables como fuera posible reclutar! Pero eso afortunadamente no es posible: el odiado vecino va a seguir allí, por más que nuestros gestos exaltados intenten disuadirlo de enturbiar del paisaje con su presencia. ¿Cuál fue, por cierto, el motivo primigenio de la antipatía? Es probable que apenas lo recordemos, pues desde entonces hemos ido encontrando argumentos adicionales en su contra, y éstos ya fermentaron en el mismo perol, de modo que nuestro odio no conoce ya límites: lo hemos alimentado a diario durante tantos años que llegó hasta la hemoglobina. Maldita sea la sangre de aquellos infelices que en mala hora llegaron a amargarnos la vida, por nuestra cuenta corre que se arrepentirán...

En el coche los odios no son tan duraderos, y ofrecen la ventaja adicional de un ajuste de cuentas inmediato. Si lo que el enemigo quiere —y a la hora de ganar un pedazo de asfalto no hay quien se libre de ser enemigo— es que le permitamos pasar antes, nuestra satisfacción será impedírselo. Difícilmente llegaremos más pronto a nuestro destino, pero al menos lo haremos con la satisfacción cancerígena de haber impuesto fugazmente nuestra personalísima ley del monte. O sea que igual estamos fastidiados, pero ya fastidiamos a unos cuantos y eso como que nos conforta. Por un instante que olvidaremos instantáneamente, conseguimos creer que hemos sido más hábiles que el otro; prueba de ello es que se ha quedado atrás. Y si el otro se enoja y se nos mete después, habremos conseguido lo que secretamente buscábamos: disputar un torneo para ver cuál de los dos es más idiota. Lástima que el empate sea inminente...

3. ¿De qué color es la bilis?

No todos los polarizadores son amateurs. Quienes que lo hacen profesionalmente saben que el de sembrar cizaña es gran negocio. Todos estamos llenos de frustraciones que pueden explotarse prodigando calumnias sin vergüenza, pero es cierto que varios estamos hasta el gorro de que los cizañistas pretendan ubicarnos en su polo contrario, donde no estamos ni queremos estar. Escribo estas palabras, por ejemplo, en el Estadio Azteca, rodeado por legiones de personas que, según juran los polarizadores, se componen de grandes burgueses, terratenientes y, horror de los horrores, neoliberales. Una calumnia no menos ligera que aquella que nos lleva a concluir que la madre del otro automovilista se dedica con éxito a trotar banquetas. Pero polarizar es estigmatizar: anular moralmente al adversario para que sus palabras no tengan validez.

¿Debo pensar, como quieren los polarizadores que se dicen “de izquierda” y se comportan como derechistas histéricos, que habemos entre aquí y afuera —ya no cabe uno más en el estadio— mucho más de cien mil agentes de la CIA empeñados en acabar con México? ¿Cómo andará el inglés de las decenas de miles de humildes que ahora mismo agitan banderas blanquiazules? Lo más fácil sería decidir que quienes van al Zócalo armados de banderas amarillas son, ellos sí, agentes encubiertos del Partido Comunista Cubano: una idiotez que llama a la clientela fácil. Y ahí está la ventaja del polarizador, cuya actitud invita a continuar su chamba, y así dar la razón a sus respingos.

“El problema del populismo”, ha dicho Luis Miguel Insulza, socialista de cepa a quien sólo un zopenco total se atrevería a tildar de reaccionario, “es decir que se puede repartir lo que no se tiene”. No pretendo pelearme con nadie por el tema, mucho menos moverme hacia polo alguno; sólo intento votar por quien no polarice, ni cultive cizaña, ni prometa que va a subirle el sueldo a nadie. Creo, al fin, que es más grato cederle el lugar al otro automovilista que ganárselo a como dé lugar, y además maldecirlo. Prefiero todavía sonreírle al vecino latoso. Y como no he encontrado en el Azteca lo que los polarizadores anunciaron, ni creo que las razones se expresen con insultos y calumnias, ni simpatizo con el priísmo amarillo, ni acepto que me cuelguen estigmatas por no ser suficientemente idiota para odiar sin motivo a quien me indiquen, abandono el Azteca decidido a votar por el de azul. Así nomás, sin polos de por medio.

De la suerte de la fea, la bonita se muere de risa.

Esta semana buscando que hacer fui al cine, después de repasar la gloriosa lista de películas no nos quedo otra más que ver The Break Up (Viviendo con mi ex). La verdad la película es la clásica película americana de chico conoce chica, chico se enamora de chica, chico y chican complican la relación. Jajaja no quiero contarla toda.
No es una comedia como me lo suponía, pero me impresionaron 2 cosas. Lo guapisima que se ve Jennifer Aniston. Y lo todo lo que rodeo a la película despues de su ruptura con el cuerisimo Brad Pitt.

Si un hombre rompe el corazón de una mujer como ella que nos espera a todas las demás¡¡¡¡. Claro que Angelina es preciosa. Pero en la historia de las mujeres hermosas hay siempre tragedias rodeandolas. Marylin Monroe. En méxico, Miroslava , por citar algunas. También conozco a muchas mujeres hermosas del mundo real que no son felices, que sus parejas las dejan por otras que no son ni la mitad de ellas en todos los sentidos, que no encuentran pareja facilmente..

Y no solo me refiero a las mujeres hermosas físicamente, si no de las mujeres brillantes, de las que tienen luz propia, de las inteligentes, de las que sobresalen de las demás por sus talentos.
¿Será que la vida, Dios, el destino, con haberlas dotado con cualidades les niega las posibilidades de realizar vida en pareja? Si es así porque nadamas es una condición de las mujeres y no de los hombres. Porque los hombres guapos, exitosos, brillantes siempre encuentras sus parejas..
¿Qué es lo importante en el amor de pareja? Que buscan los hombres que parecen ciegos, o será que de plano como condición humana, el hombre nunca esta satisfecho. ?

Ahí les dejo las preguntas y odio a todas las Angelinas que sin importarles los sentimientos de los demás, son motivos o pretextos para la insatisfacción de los hombres. Claro no es culpa de ellas, pero no creo que nadie pueda fincar una relación con la destrucción de otra. Como diria Pat Bennatar "LOVE IS A BATTLEFIELD"

En el autobus

Entre mi amor y yo han de levantarse trescientas noches
como trescientas paredes y el mar será una magia entre nosotros.
No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena, noches esperanzadas de mirarte, campos de mi camino, firmamento que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol entristecerá tu ausencia otras tardes.

Jorge Luis Borges, 1923

Llegamos a SLP a la la una de la mañana, ya no pude volver a dormir. Sentada casi inmóvil para no tener que rozar para nada al gordo que para colmo ronca y que va sentado a un lado mio. Me duelen las piernas, me duele todo, me duele el alma. Como cosa hecha adrede el chofer pone un CD con canciones de mujeres despechadas... Marisela, Rocío Durcal, La Dalessio, entre muchas otras.. mis lágrimas caen no por las canciones si no porque dentro de mi no encuentro explicación. No encuentro palabras, no entiendo nada. Siendo yo tan racional, me esfuerzo por querer encontrar una explicación lógica a algo que no lo tiene. Y eso me enoja más me enfurece. Porque si yo explico todo.. Me topo con una pared que no tiene palabras, que no tiene voz, que no tiene razones.
Se me ha vuelto una obseción encontrar una razón. a las 4 de la mañana me vence en sueño y caigo rendida, para sentir cuando el autobus se detiene en el primer semáforo de la ciudad. He llegado con mi equipaje cargado de recuerdos.

Preparados para la Democracia

Estamos ya a unos cuantos días para el fin de las campañas y para las elecciones presidenciales. Harta de tanto mugrero ya quiero que sea 3 de Julio para que termine todo esto.
Desupués de 70 años de "La Dictadura Perfecta" como la llamo Vargas LLosa en su momento por fin hace 6 años nos llegó por fin "la democracia". Y en un país que no sabía que era eso ni como se comía, acostumbrados al dedo, a las imposiciones, a la censura, al silencio, a la coerción en todo su esplendor, de pronto la libertad. Y entonces no sabemos que hacer con ella. Imaginen un león que nació en su zoológico que toda su vida ha vivido en cautiverio y después de muchos años lo sueltan en la selva. Así estamos los mexicanos, provenimos de un sistema educativo adoctrinario y domésticado. Que no nos enseño a reflexionar a críticar a pensar. De un país de agachados como dijo Rius no hemos podido transitar al país de los de la frente en alto. No puede haber democracia en un país con hambre, en un país con tantas inequidades que no se solucionarán con un sexenio ni con dos. Que para solucionarlo requiere cambios de fondo y no de forma. Fox heredó un país quebrado, instituciones retrogradas, sindicatos amafiados, hizo lo que pudo con lo que tuvo. Reconozco que su error se llama Martha. Y que ha tenido muchos errores pero también aciertos. Claro eso no es suficiente en un país de maniqueos.

Las incipientes formas de la democracia estan llevando a muchos países latinoamericanos a enfrentar ahora serios problemas: Bolivia maravilloso ganó el indigena coquero, el primer indigena por fin se rompen las inequidades ahora si espacios para los índigenas.. Ficción. La realidad es que Bolivia enfrenta una gran crisis económica que no se solucionarán exporpiando empresas. Ese modelo de los 70´s ya demostró no ser viable.
Lula en Brasi. Ficción. Ganó la izquierda ahora si un gobierno socialista que verá por los pobres. Realidad Lula a tenido que enfrentar corrupción dentro de su propio equipo de trabajo y en su partido, la economia del Brasil no ha sido lo que se esperaba.
Bachelet en Chile. Ficción. La primera mujer de izquierda que sube al poder, Chile a la altura de las democracias europeas. Realidad. Su mandandato enfrenta serios problemas con los estudiantes y trabajadores con mucha violencia. Claro no son problemas que ella originó pero si que los heredó.

En una democracia real, las personas y sus sociedades serían objetivos tomarían decisiones sobre realidades. No sobre ideales, supuestos, creencias, sentimientos, afectos. Antes de votar deberiamos reflexionar sobre los siguiente:

1) Que es viable con lo que hay. NO con lo que no hay ni con lo que debería de haber pero que no existe
2) La sociedad mexicana no va a cambiar de la noche a la mañana, la corrupción no es un problema de hoy. seguirá existiendo, es una prueba que no han podido transitar limpiamente ni ningún partido ni ningún político.
3) Si las encuestas son reales no habrá mayoría en el congreso ni en el senado. En todo caso la tendrá el PAN porque el PRI con la "excelente" alianza que hizo con el verde, tendrá que dar escaños y perderá su mayoría. Que pasará con AMLO con un senado y un congreso en su contra. Le pasara lo mismo que FOX o como le va hacer.
4) 70 millones de pobres no se acabarán mañana. Qué modelo económico es el ideal si la idea es culpar a los únicos que generan empleos en este país que son los empresarios. La prueba es que los empresarios de NL dicen que se declararan en pago de impuestos si AMLO gana y no les pide una disculpa pública porque los acuso de ladrones.
5) Hay muchos ideales en el mundo de la ficción pero la realidad es cruda y está aquí. No hay soluciones mesíanicas ni esta sociedad será más justa en un sexenio. La solución requiere un consenso general, no un país divido, que se mueve por interes particulares y no generales. De que se puede se puede, pero se requiere un nuevo tipo de mexicano. Revisen nadamas el multicitado milagro Japones despues de la segunda guerra.

Antes de votar, analiza tu voto. Que es lo mejor para este país en este momento. En el aquí y en el ahora. No con los deberías ni con lo que no hay. No con sueños si no con realidades. Quien haría el mejor papel como presidente ahora. Sin falsas expectativas, sin grandes ilusiones. Con los pies plantados en la tierra. Vota por el que pueda ganar. No desperdicies el voto. No votes por que siempre votas por un partido. Para ejemplo basta la reelección tan cerrado de Bush en los Estados Unidos. Y ahora enfrenta los más bajos niveles de popularidad.

Vota objetivamente por que de esa decisión depende la elección.

El precio de la dignidad

Dignidad:f. Cualidad de digno, que se comporta con decoro y se hace respetar. "...Los seres cuya existencia no descansa en nuestra voluntad, sino en la naturaleza, tienen, cuando se trata de seres irracionales, un valor puramente relativo, como medios, y por eso se llaman cosas; en cambio, los seres irracionales se llaman personas porque su naturaleza los distingue ya como fines en sí mismos, esto es, como algo que no puede ser usado como medio y, por tanto, limita, en este sentido, todo capricho (y es objeto de respeto)".
La dignidad significa para Kant -tal y como expresa en la "Metafísica de las costumbres"- que la persona humana no tiene precio, sino dignidad: "Aquello -dice Kant- que constituye la condición para que algo sea un fin en sí mismo, eso no tiene meramente valor relativo o precio, sino un valor intrínseco, esto es, dignidad.

Despues de la explicación filosófica de Kant sobre la dignidad y el valor de las personas. Me pregunto. ¿Porqué si somos objetos de respeto, y no somos cosas, aceptamos ser movidos y tratados como cosas?. Lo peor del asunto, ¿buscamos ser movidos como cosas?.
Si Kant viviera ahora quizás pensaría distinto, en una sociedad cosumista y materialista como ésta, parece que todos tenemos un precio. Hay quienes se venden por unos pantalones de mezclilla pero hay quienes se venden por un carro del año. Hay quienes se rebajan y aceptan condiciones laborales en donde no se les respeta y la aceptan, la buscan, lloran por esa posición. Sólo para no dejar de ganar dinero. ¿En donde esta la dignidad? realmente existe o es sólo un ideal que no tiene fundamentos en esta sociedad.
¿Cuantas mujeres se encuentran en relaciones sentimentales en donde sus valores mínimos no son respetados? y se quedan, por la casa, la comida, el carro..
No juzgo a nadie, ni soy yo para criticar a nadie, solamente creo que la dignidad ya esta demasiado devaluada en una sociedad en donde eres cuanto tienes.