domingo, julio 23, 2006

Anécdotas


1) El día que Felipe Calderón fue a Cd. Victoria a su cierre de champaña asistí al mitin. Cuando llegue me di cuenta que llevaba mi bolsa y decidí irla a dejar a mi carro por eso de los robos puesto que nos habíamos enterado que en las ultimas visitas a Tamaulipas habían ocurrido varios robos de carteras especialmente de credenciales de elector.
Cuando camino de regreso en la esquina de donde había estacionado mi carro estaban unas personas repartiendo propaganda del PRD. Conste a unos cuantos pasos de un lugar donde por lo menos 2 mil personas esperábamos al candidato. Lo cual me pareció una provocación sin embargo, nadie les dijo nada, nadie los abucheo ni nada. No eran mas de 15 personas. Mientras caminaba se me acerca una persona quien ve mi bandera del PAN y me ofrece folleteria. Sin cambiar la vista de mi camino, le dije NO muchas gracias. El tipo me volvió a insistir. Le dije no con el movimiento de mi cabeza. Trate de ser racional ni yo iba a entrar en una provocación ni quien soy yo para cambiar a nadie de sus ideologías, pensamientos o formas de ver el mundo. Pero el tipo me siguió caminó a un lado de mí gritándome cosas, me siguió casi media cuadra hasta que doble la esquina, en ese momento todos los demás comenzaron a gritarnos cosas a todos los que venían llegando al mitin. Yo proseguí mi camino. Fui y regrese pero me sentí mal. Me sentí como los que llegan a tu casa tocan tu puerta y te quieren evangelizar. Quieren decirte que la virgen no existe y ese tipo de cosas. Con que derecho vienen estas personas a querer cambiar en lo que yo creo. Porque si yo no voy por la vida buscando que los demás piensen como yo, sientan como yo, crean en lo mismo que yo. Porque si nadie de los que estábamos ahí les gritamos cosas, los ofendimos, les dijimos que se fueran. Respetamos su derecho a estar ahí y en cualquier otro lugar.

2) Hace algunos años me toco cursar una materia del doctorado en la Universidad de Arizona. Íbamos un grupo de mexicanos compañeros todos del doctorado. En la mañana tomábamos la materia pero todos decidimos contratar un maestro de ingles para aprovechar las tardes. Un día el maestro nos puso una actividad que consistía en que cada éramos evaluadores del premio Nóbel de la Paz. Nos puso varios candidatos y la idea era que cada quien tendría un candidato y debía argumentar y discutir pero sobre todo llegar a un consenso para nominar al ganador. La discusión comenzó, pero comenzó a volverse un tanto personal, al grado que entre mas se discutía (en mal plan) menos se llegaba a un acuerdo. El tiempo avanzó y no hubo consenso. Al termino el asombrado profesor no podía entender como no habíamos podido llegar a un ganador. Ese fue el día que el premio no tuvo ganador.. Pero la situación no terminó ahí. Especialmente uno de mis compañeros se sintió agredido por mi defensa de mi candidato y siguió discutiendo conmigo a un después de la clase. Le hice ver que la discusión no era personal, no era contra él si no contra sus argumentos... Aun así ya no volvió a ser el mismo conmigo. A pesar de que para mi era solo una actividad, nunca fue trascendente. Pero me hizo reflexionar el porque los mexicanos no sabemos discutir un punto, claro no esta en nuestro sistema educativo. Si eso paso en un ejercicio escolar imaginen el porqué en este país no llegamos a consensos. Pero sobre todo ahora que las polarizaciones están a flor de piel... hay quienes ya no nos quieren hablar porque le vamos a uno u a otro candidato.


México no necesita de esas posturas. Nadie va a cambiar las ideas de nadie, nadie va a convencer a nadie, respetemos las formas de pensar de cada quien y su derecho de expresarse. A estas alturas si alguien defiende a un candidato lo agreden, por favor todos tenemos nuestro derecho a pensar a creer a sentir, que es lo mejor para este país. NO hay verdades absolutas todo es verdad y todo es mentira solo depende del cristal con que se mira.


P.D. Sin apasionamientos, sin polarizaciones... solo con mi derecho a expresarme hay quienes puedan coincidir conmigo hay quienes no.. no busco que nadie crea ni piense como yo.

2 comentarios:

Byron Ronquillo Narváez dijo...

Tienes razón, sin embargo hasta la democracia para mi gusto tiene un dejo dictatorial, al final siempre un grupo tiene que ceder sus ideas y sus propuestas, al final siempre alguien gana y otros pierden, dentro del consenso Latinoamericano la historia es la misma¡ no sólo en Mexico, por motivos laborales he tenido la oportunidad de vivir en países del Sur y la historia es la misma¡ lo más lamentable fue en Ecuador¡ donde recien hubo una tremenda discusión al querer cambiar de nombre al aeropuerto internacional de Guayaquil¡ nada hubiera sido tan grave si al final el unico consenso que se dió fue que cualquier sea el nombre del personaje del Ecuador que dé el nombre al aeropuerto tenia que ser un nombre poco y mas de tiempos de la colonia¡ porque de los actuales ninguna cumplía los requisitos¡
En fin¡ prefiero seguir con mis ideas y evangelizando a los pocos no creyentes que quedan ;)
Saludos

Batito Feo dijo...

Ese es el problema principal que no hemos podido ser capaces de ver que en el mundo hay diferentes tipos de seres humanos, negros, amarillos, café, azules... si físicamente somos tan dispares que se puede esperar de las ideologias que van de la mano con la antogenia y la idiosincracia familiar en la que se desenvolvieron. Mientras no nos demos cuenta de eso y mientras dejemos a las oligarquías seguir floreciendo nuestra postura sera la misma: necia y reacia... Más de toda esa gente a la que dirigio la mercadotecnia el señor AMLO.

En fin. solo digo buen post...